A finales de Noviembre hemos aprovechado uno de los pocos festivos que tenemos por aquí para pasar unos días haciendo turismo. Volamos a Las Vegas para ir a Death Valley, uno de los parques naturales de California, en la frontera con Nevada. Fue toda una sorpresa llegar a Las Vegas y que no hiciese un calor horrible, es muy distinto en verano. Sin embargo, en Death Valley había más de 25 grados! Nada recomendable ir en verano, es el valle de la muerte por algo.
Death Valley es enorme, y sólo teníamos un día para visitarlo, así que lo recorrimos en coche parando en los puntos mas interesantes. Uno de los más curiosos es Badwater, un punto que está a 85 metros por debajo del nivel del mar. También estuvimos en Zabriskie Point, una zona preciosa con rocas con diferentes formas que fue de lo que más nos gusto de allí:
También intentamos llegar a la puesta de sol en una zona de dunas, pero se nos hizo un poco tarde
Dormimos por allí cerca en un motel y nuestra cena de acción de gracias fue en el restaurante de un casino que era lo único abierto a esas horas (8:30).
Al día siguiente cogimos el coche y nos fuimos hacia el gran cañón, aunque paramos unas horas en Las Vegas. Entramos en Arizona y pasamos por la presa Hoover, pero era de noche, así que no la pudimos ver mucho. Un poco más adelante estuvimos a punto de quedarnos tirados sin gasolina de noche y en medio de ninguna parte, porque quien iba a pensar que no iba a haber una gasolinera en las próximas 70 millas...Al final conseguimos llegar por los pelos a un pueblo perdido con más iglesias que casas, donde lo único abierto para cenar era una pizzería cutre y la gasolinera es un par de surtidores a los que se llega por un camino de tierra sin una sola luz que lo indique. Al final, aunque un poco más tarde de lo previsto, conseguimos llegar al motel.
El pueblo donde dormimos, Williams, está en la Ruta 66, así que hubo que hacer la foto:
Por la mañana cogimos el coche y llegamos al Gran Cañón. Nos dejó bastante impresionados. Es GRANDE, mucho más de lo que nos habíamos imaginado.
Dimos un pequeño paseo por una de las rutas que bajan al cañón, para disfrutar de las vistas.
Alguna vez iremos a pasar la noche a la orilla del Colorado, pero en esta ocasión no tuvimos tiempo.
Después de visitar el cañón condujimos hasta Page, Arizona, donde pasamos la noche. Al día siguiente hicimos un tour por Antelope Canyon. Muy chulo también. Es un cañón estrecho de formas enrevesadas y esculpido por agua y viento donde la luz se cuela desde la parte de arriba para pintar la roca de colores rojizos... El lugar perfecto para fotos, sobre todo si llevas trípode.
Está en una reserva india y sólo se puede ir si vas en una visita guiada. Nos llevaron en un todoterreno por una carretera de tierra. El conductor/guía conducía por allí como por el asfalto y fuimos derrapando y dando tumbos todo el camino.
Ya no teníamos tiempo para más, y condujimos el largo camino de vuelta a Las Vegas. A mitad de camino hicimos una parada para dar una vuelta por Zion National Park, en Utah. Muy bonito, seguro que vale la pena volver para verlo con más calma.
Al llegar a las Vegas salimos a tomar algo por allí, aunque no está igual de animado que en verano. Al día siguiente por la mañana (Lunes) volamos temprano y llegamos bien cansados a la oficina, como tiene que ser :)
Entradas
