El lunes 15 de Febrero (si, vamos un poco atrasados con el blog) fue festivo (el día del Presidente), así que aprovechando el fin de semana largo, de los que hay pocos, nos fuimos al sur. El sábado nos lo pasamos entero en Disneyland. Éramos nosotros 2 más Juan y David, 2 compañeros de la oficina y Raquel, una amiga que trabaja en Stanford. 5 españoles subidos en las atracciones al grito de "Vamos!!! vamos!!!". Nos lo pasamos como enanos y en la Splash Mountain..., bueno, yo creo que las risas eran proporcionales a lo mojados que salimos.

El domingo estuvimos por San Diego. Para empezar nuestro motel hacía esquina con el aeropuerto, llegamos el sábado por la tarde demasiado tarde para cenar en cualquier sitio, así que terminamos en un Hooters. El domingo fue mucho mejor. Caminamos un rato por la ciudad y hicimos la visita obligadas a Coronado. Hacía bastante calor, y nuestra intención era bañarnos, sí en febrero, pero las olas y la bandera roja en la playa nos lo impidieron.



De vuelta por la noche en Los Ángeles nos pasamos por Santa Mónica a cenar. Otra vez tarde, lo único que encontramos abierto fue un italiano, el Bruno´s. Un restaurante italiano auténtico y Bruno se portó muy bien con nosotros. Nos quedamos tomando algo por el muelle y luego nos fuimos a bailar. Este fue el único día del fin de semana que llegamos a tiempo a la vida nocturna.
El lunes tocaba volver, viaje de 6 horitas. Pero antes tuvimos oportunidad de visitar algunas de las atracciones de Los Ángeles. Fuimos a Mulholland Drive que tiene buenas vistas de toda la ciudad y del cartel de Hollywood, y la sorpresa fue que en lugar de Hollywood, el cartel ponía SAVE THE PEAK. Están haciendo una campaña para recaudar dinero para comprar una parcela al lado del cartel en la que quieren construir unas torres y esta es la forma que tienen de hacer llegar el mensaje.

Lo último que hicimos antes de volver a Palo Alto, fue irnos a la playa de Venice a darnos un baño. Palo Alto nos recibió con sus 10 o 15 graditos.