lunes, 28 de julio de 2008

Viva las Vegas!

Pues si, este fin de semana tocaba viaje a las Vegas, y la verdad es que no nos ha defraudado. El viernes madrugamos bastante, nos llevaron al aeropuerto y volamos sin problemas hasta el medio del desierto. Porque efectivamente, aquello está en mitad de ninguna parte! Desde el avión se pueden ver perfectamente los casinos, las urbanizaciones, campos de golf, y poco más. La ciudad es grande, pero más allá no hay nada. Nada más bajarnos del avión, nos llevamos la bofetada en la cara: 35 grados a las 10 de la mañana. Para nosotros, que veníamos acostumbrados al fresquillo mañanero de la zona de la bahía, el cambio fue bastante brusco. Una detalle: nada más salir del avión, en la primera sala que pisamos ya había un grupo de tragaperras. Iba a ser una constante a partir de entonces, en cualquier lugar de Las Vegas.

Nos fuimos a dejar las maletas en nuestro hotel con forma de pirámide, es bastante impresionante el interior hueco, con decoraciones egipcias, estatuas enormes, una esfinge en la entrada...

Después, nos fuimos a conocer la ciudad. Nos juntamos con el resto de compañeros que habían llegado en otros vuelos, entre ellos nuestros compañeros de oficina Alex y Juan. Se nos uniría Jeff por la noche. Además de nosotros dos y Pedro, estaban también unos amigos de Alex y Juan que habían venido de España de vacaciones, el compañero de piso de Juan, Victor, y una amiga de ellos, María.

La zona de los casinos de Las Vegas es una calle muy larga, con los hoteles y casinos a ambos lados. Algunos de ellos están unidos, y se puede pasar de uno a otro sin salir a la calle, lo cual viene muy bien cuando hay que caminar a las dos de la tarde, a pleno sol y con más de 40 grados.
Los casinos son espectaculares, algunos recreando ciudades, como New York, Venetian, Paris o Roma en el Caesars Palace.., o castillos medievales como Excalibur, nuestro hotel egipcio, otros con animales como el MGM o el Flamingo y muchos más.

En nuestra ruta por el Strip perdimos los primeros 2 dólares en el MGM, luego caminamos hasta el Paris de hotel en hotel (unas 2 millas) donde perdimos 10 dólares más en la ruleta y después paseamos por el Caesars Palace que nos encantó. Entre las múltiples tiendas que tenía, muchas tiendas caras, había una de juguetes donde pasamos un buen rato.
Ya de vuelta hacia el hotel, pudimos ver las fuentes del Bellagio, mangíficas. Algunos las recordareis del final de Ocean's 11.Pasamos por el hotel para cenar y cambiarnos y fuimos al Venetian a un club pijo donde no nos dejaron entrar por nuestra ropa... así que cambiamos de lugar y fuimos al Jet en el Mirage, a vivir la noche de las Vegas. Podríamos contar muchas cosas, pero ya sabeis el dicho: Lo que pasa en las Vegas, se queda en las Vegas :)

El sábado nos levantamos tarde y nos fuimos a dar una vuelta hasta el MGM para encontrarnos allí con el resto. Después, utilizando los autobuses, continuamos visitando casinos, Bellagio, algo más del Caesar, el Mirage y el Venetian. Nosotros tres y Jeff nos compramos en el Venetian las entradas para el Blue Man Group. Nos lo pasamos genial, es un espectáculo estupendo que recomendamos a todo aquel que tenga oportunidad de verlos. Al terminar nos reunimos con el resto para coger un autobús al downtown (centro) de Las Vegas para ver las luces que ponen en el techo de una calle cubierta, los carteles de neón antiguos...

El plan para esa noche era volver al Venetian e ir al Tao, el club en el que no nos dejaron entrar la noche anterior. Como habíamos ido al espectáculo, no habíamos tenido tiempo de ir al hotel a cambiarnos, así que cuando ellos cogieron el bus de vuelta al Strip, Pedro, Jeff y nosotros nos quedamos en el Downtown, en uno de esos casinos de las películas, en los que incluso había tragaperras que funcionan con monedas. Las nuevas son todas de billetes o de tarjeta y ya no caen las moneditas, te dan un recibo para que pases por caja a recoger tu dinero, lo que no tiene tanta gracia.

En el casino Jeff nos estuvo instruyendo en el blackjack, nosotros perdimos unos cuantos dólares. Pedro lo hizo mejor. Y bueno, Jeff ganó dinero. Aquí ya decidimos que no íbamos a jugarnos nada más.

A decir verdad sí que jugamos algo más. Rebusqué mis monedas para conseguir el dólar que un par de chicos emprendedores de A Coruña me habían dado, metí el dinero en una máquina de las de monedas y lo perdí. Así que podeis consideraros un poco más pobres. La foto a continuación fue tomada segundos antes de que perdiese vuestro dinero.

Al día siguiente, domingo, era nuestro último día en Las Vegas. Antes de dejar la habitación, bajamos a la piscina a darnos un baño. Eran las 9 de la mañana pero ya hacía demasiado calor para estar al sol. Dejamos las maletas en el hotel y nos fuimos al Stratosphere Casino Hotel donde nos encontramos con Jeff. El resto del grupo estaba dormido todavía. Habían ido al Tao y se habían acostado muy tarde.

Dani Fdez, sólo diremos dos palabras: roller coaster. Ese es la razón de nuestra visita a este hotel. En lo alto de la torre del hotel, desde donde hay unas vistas fantásticas de toda la ciudad, a alguien se le ocurrió la genial idea de montar tres atracciones. Tuvimos la mala suerte de que una de ellas la cerraron por culpa del viento, así tuvimos a resignarnos a repetir la que más nos gustó: el Big Shot.

Cuando bajamos de la torre, fuimos a comer a un restaurante típico de los 50 donde incluso cantaban los camareros. Fue graciosísimo. Al terminar volvimos a toda prisa haciendo las últimas compras, para coger el avión de regreso a San Francisco.

jueves, 24 de julio de 2008

Tercera semana

Esta semana se nos ha hecho bastante corta.

El lunes vuelta al trabajo. Compramos la comida en el Pluto's, un lugar de ensaladas y sandwiches. Nos sentamos en una mesa en una plaza cerca de la oficina. Éramos 9 y la mesa no era muy grande, pero se estaba bien. Suresh nos estuvo contando algo de su viaje a Hawai. Estuvo con su familia la semana pasada. Después Rocío nos enseñó donde está la tienda The North Face. Fue entretenido, pero no había mucha cosa técnica. Después de trabajar nos llevó a REI, una tienda de las de montaña de verdad, con miles de artículos, todos ellos interesantes. Fue muy divertido ver a Pedro en un lugar como este, estaba totalmente abrumado, porque no era capaz de decidir que es lo quería ver.

Después de la visita al REI nos fuimos para casa. Y cenamos en casa!! Hacía muchos días que no teníamos tiempo de hacerlo. Después de la cena vimos 300. Bueno, algunos vieron 300 y otra dormía en el sofá. Es increíble que no haya conseguido ver ni una sola película aquí.

El martes comimos en el thailandés. Después del trabajo quedamos con Juan para ir a la Bamba, en Mountain View. Así que recogimos a Rocío y allí nos fuimos los 5. Descubrí una cosa: Odio el cilantro!!! Es una especie que aquí usan en muchas cosas. De aspecto se parece al perejil. Desde que llegamos había siempre un saborcillo que no me terminaba de convencer en algunos platos... pero el super burrito fue la gota que colmó el vaso. No me lo pude comer!!! y tenía hambre!!! Así que nada, Gabriel y yo tendremos que montar un club aunque ya ví por ahí alguna página.

El miercóles fuimos a un indio, al que ya hemos ido. Hoy sabemos el nombre: Janta. Por la tarde, una chica española a la que conoce Rocío empezaba a dar clases de danza del vientre. Ella se llama Miriam. Así que allí nos fuimos las chicas a bailar un poco. Pedro y Dani se fueron al REI a pasar el rato. Por ahora solo han ido a ver, cuando vayan a comprar será su perdición. Después se reunieron con nosotras en el Peet's. Cenamos en casa de Rocío unas pizzas y un vinito de Napa Valley. A ver cuando tenemos un fin de semana para ir hasta allí.

Hoy repetimos indio, pero a uno distinto. Fue la comida despedida de Eric. Deja Denodo para irse a Hawai de fotógrafo de bodas. Creo que para todo el personal femenino es una pena porque eso hace que el porcentaje de tíos buenos en la empresa baje considerablemente.

Mañana ya no forma parte de nuestra semana, ya es parte del fin de semana. Estaremos 3 días en Las Vegas. Hoteles, casinos, neones y... desierto, desierto por todos lados. Al salir del trabajo vinimos por casa para arreglar cosas para el viaje de mañana y ya puestos, nos dimos un bañito en la piscina, que la tenemos muy abandonada. Después nos fuimos a Palo Alto porque quedamos con Rocío, Justo, Rosa, Mariano, Miriam (profesora de danza del vientre), y unos cuantos españoles más en una cervecería, el Gordon's Biersch.

Después de eso, a casa, hacer maleta y postear que hace mucho que no escribimos. Mañana madrugamos mucho, a las 6 nos recoge el shuttle (furgoneta que nos lleva al aeropuerto). Así que habrá que ir a domir.

domingo, 20 de julio de 2008

Monterey - Big Sur y San Francisco

Ayer sábado nos dedicamos a continuar descubriendo California. Pedro y nosotros recogimos a Mariano y nos fuimos a hacer una ruta por la costa del Pacífico. Salimos hacia Santa Cruz y desde allí seguimos la costa hacia el Sur. El día prometía cuando salíamos, pero al acercarnos a la costa, nos vimos envueltos en niebla, algo bastante habitual por culpa del Pacífico. La carretera discurría al lado de una playa muy grande de la que nos separaban las dunas. Nos sorprendió ver muchas motos, hasta que nos dimos cuenta de que al día siguiente se celebraba una prueba del mundial de motociclismo en el circuito de Laguna Seca, que esta muy cerca de aquí.

Nuestra primera parada fue en Monterey (Si, con una sola r). Es curioso que habiendo bajado hacia el Sur, hiciese bastante más frío que en Palo Alto, el resto del día tuvimos que andar abrigados. En Monterey visitamos la zona del puerto. Vimos algunos leones marinos y uno de esos muelles típicos con restaurantes y tiendas de souvenirs. Comimos allí en uno de ellos con vistas al mar. Los platos... bueno, creo que la foto habla por si sola. Se puede ver que estaba realmente deliciosa. Todo a base de marisco y pescado. La otra foto es graciosa, los cuatro salimos muy bien, por eso la hemos subido.

Después, de vuelta en el coche, en un parque pudimos ver la sesión fotográfica de una boda de las de aquí. Nos paramos para poder ver detenidamente a las damas de honor... los vestidos dejaban mucho que desear.

Nuestra ruta continuó por la 17 Mile Drive. Es una carretera con peaje (9.75 $ por coche) y que te lleva bordeando la costa por la península de Monterey. Aquello está plagado de casas enormes con jardines en las que no nos importaría vivir, palacetes, villas...todo rodeado de montones de campos de golf. Los greens a ambos lados de la carretera, algunos de ellos sobre los acantilados, y hasta el borde del mar. En resumen, una zona donde se ve que realmente hay mucho dinero.

Las vistas tampoco estaban nada mal, vale la pena pasar por allí. Acantilados, bosques de cipreses, el famoso ciprés solitario sobre el acantilado, calas llenas de leones marinos, con aguas transparentes,... adornaban el borde de la carretera. Nosotros nos bajábamos cada poco para poder disfrutar del paisaje y sacar fotos.


Cuando llegamos al otro lado de la península continuamos la ruta hacia el sur, nos saltamos Carmel-by-the-Sea e hicimos nuestra siguiente parada en la Misión del Carmel (San Carlos Borromeo). Estuvimos dándonos un paseo por toda la misión (5 $ cada uno), iglesia, jardines y museos de la vida en la misión desde su fundación. Era curioso ver las prendas de ropa y nos llamó la atención la cantidad de objetos españoles de algunos de los expositores. Mantón, peineta, castañuelas y baraja de naipes son algunas de las cosas que nos encontramos.

Reemprendimos el viaje hacia el Big Sur, que es una zona de costa salvaje prácticamente deshabitada de unos 150 kilómetros al sur de Monterey. Llegamos un poco más allá del pueblo con ese mismo nombre y después volvimos por la misma carretera hacia Carmel-by-the-Sea. En este trayecto descubrimos más vista impresionantes, acantilados, playas, faros, un viaje realmente interesante. Además, por esta zona fue por donde pudimos ver un poco el sol, ya que el resto del día estuvimos bajo la niebla. Fue bastante divertido el viaje por aquí, ya que no parábamos de ver paisajes preciosos, y teníamos que parar cada poco para sacar fotos y más fotos. Al final, acabamos sacando alguna ya sin bajar del coche :)

Por toda esta zona ha habido muchos incendios en las últimas semanas, se notaba un olor a humo en el ambiente, y se veía mucho bosque quemado, a veces hasta el mismo borde de la carretera.

De vuelta, en Carmel-by-the-Sea paramos para tomar un café y comer algo. Estuvimos dando unas vueltas por el pueblo, que se nota que está rodeado de mansiones y campos de golf, ya que está lleno de tiendas y restaurantes bastante caros y exclusivos. Al final, como no nos apetecía cenar demasiado, nos cogimos unos sandwiches y nos los comimos en un parque. Igual es el parque en el que juegan los niños de Angelina o por el que pasea Jennifer Aniston, que son algunos de los famosos que tienen casa en este pueblo del que Clint Eastwood fue alcalde.

Después continuamos el viaje de regreso, ya de noche, y llegamos a casa bastante tarde y muy cansados, directamente nos fuimos a dormir.

El domingo por la mañana no nos levantamos muy tarde, ya que teníamos que ir a un brunch a San Francisco a un lugar llamado Lime. Un brunch (Breakfast + Lunch) es una de estas cosas raras que hacen los americanos: comer y beber a las 10 y media de la mañana. Cuando salimos de allí Jeff nos llevo a probar los helados más ricos de San Francisco. Realmente estaban muy buenos. Pasamos ante la misión de Dolores y después estuvimos en el parque Dolores viendo un concierto de la sinfónica de San Francisco.

Hicimos un poco de turismo por la zona y cogimos un taxi para ir a Yerba Buena Park, donde hay un Imax, para ver la película de Batman. Desafortunadamente no había entradas, así que, después de dar una vuelta por el parque, continuamos camino para recorrer Chinatown. Pedro aún no había tenido tiempo de visitarlo y todos nosotros estábamos dispuestos a volver a verlo.

Despues de cruzar Chinatown nos tomamos unos bocadillos para cenar. Unos bocadillos curiosos, con patatas fritas y una especie de ensalada dentro del bocadillo, ademas de queso, etc. Después desandamos el camino un poco para coger un BART(metro) que nos dejase cerca del coche. El lunes ya toca volver a la oficina...

viernes, 18 de julio de 2008

Llevamos dos semanas

Estamos en casa después de haber ido a cenar y demás. Empiezamos a escribir el blog y, de fondo, escuchamos la música del piano que está tocando Pedro. Creo que ha vuelto atrás muchos años en el tiempo para recordar las partituras. Hace tiempo que no toca, pero teniendo piano en casa este verano igual refresca sus conocimietnos.

Ayer nos volvimos a comer en el restaurante jordano Kan Zeman. Pedimos platos distintos que la semana pasada, por ir probando un poco de todo. Todo con verduras y arroz y algo de carne o pollo... muy rico.

Por la noche quedamos con la gente de la oficina para tomar algo. Se unio a nosotros Carlos, un compañero de facultad, que no de promoción, que está trabajando en Los Ángeles y que tenía trabajo en Palo Alto ayer y hoy. Hacía años que no lo veíamos y fíjate donde fuimos a coincidir. Nos fuimos al Old Pro, un bar deportivo, miles de pantallas con diferentes deportes, miles de fotos de deportistas, banderines de equipos de toda clase por las paredes... muy llamativo. Y al fondo el toro mecánico. Compartimos una "yard beer", es un tubo de cristal de como 70 cm de alto lleno de cerveza. No penseis que nos emborrachamos, éramos muchos.

Mientras estábamos allí, de pie, en la barra, local hasta la bandera y demás, se nos acercó una chica que estaba en un grupo bastante numeroso celebrando algo, con mesas reservadas y todo y nos comenta que les ha sobrado un montón de comida y que no quieren que la tiren, así que nos invito a comérnosla toda. Si eso era lo que sobraba, no quiero ni imaginar lo que les habían servido... Éramos más de 10 y ninguno tuvo que pensar en cenar después de aquello.

Más adelante se nos unió uno de los clientes de Carlos al tiempo que la gente se iba yendo a casa. Nos fuimos al Nola's, donde ya habíamos estado la semana pasada y nos tomamos margaritas y mojitos. Es lo típico allí. El cliente de Carlos, todo un personaje. Era de Idaho, con acento muy americano. En la foto de izquierda a derecha Carlos, Dani y el chico de Idaho.

No nos quedamos hasta muy tarde. A las 12:30 estábamos en casa.

Hoy nos fuimos a comer a un chino. No habíamos estado en ningún chino aún. Fuimos sólo los españoles de la oficina, pero bueno, somos 7. Era un restaurante con menú que cuesta como 5 $ el plato, más propina se queda en 6, lo cual está muy bien. Incluye sopita, plato de lo que pidas, el arroz para acompañar y, por supuesto, la galletita de la suerte con el papel. Parece ser tengo que regalarle flores a un amigo o algo así. Asís y Barral, nos jugaremos vuestro euro con los números de la suerte de la galletita :)

De camino al trabajo nos paramos en el Red Mango a por un helado con frutitas.

Después de trabajar hicimos la compra. El supermercado al que vamos, Safeway, nos encontramos un champú muy curioso. Podeis ver la foto. Al llegar a casa no pudimos resistirnos a la piscina. Desde que llegó Pedro, entre que cenamos fuera y tal, no habíamos tenido tiempo de disfrutarla. Así que nos dimos un baño rapidito. A las 8:30 habíamos quedado para cenar.

La cena fue en el Compadres un mexicano. Tampoco habíamos probado aquí la comida mexicana, así que hoy ha sido un día de nuevas experiencias. Cenamos Rocío, Justo, Rosa, Mariano, Pedro y nosotros. Llegar allí y poder pedir en castellano era algo a lo que ya no estábamos acostumbrados y aún no llevamos dos semanas aquí. Comida un poco fuerte para la noche... pero estaba muy buena.

De vuelta a casa decidimos pasar por el centro de Menlo Park porque Pedro aún no había pasado nunca por allí. Por el Camino nos encontramos un concesionario de Tesla, todo iluminado, con gente dentro sacándose fotos.

Eso es todo por ahora. Ahora a dormir que mañana toca madrugar para aprovechar el fin de semana.

miércoles, 16 de julio de 2008

No estamos solos

El lunes de vuelta al trabajo. La comida fue en un lugar de bocadillos, nada especial, dirigían los estadounidenses. Después de trabajar nos fuimos a dar una vuelta por la Universidad de Stanford. Es un campus bastante interesante, a decir verdad no me importaría estudiar allí. Algunos de los edificios son antiguos otros no tanto, pero todo es peatonal y hay un montón de espacio para poner las bicis. Es verano y hay poco movimiento, pero por lo demás muy interesante.

El martes comimos en el indio otra vez. Nunca recuerdo como se llama, pero sí, es el mismo de la semana pasada. La comida riquísima y como es buffet libre, tú tienes tu plato y le echas lo que te apetezca.

Al salir de trabajar nos fuimos al aeropuerto a buscar a Pedro. Pedro es uno de nuestros compañeros de trabajo en Coruña que va a pasar poco más de un mes aquí en Palo Alto. Estaba encantado, sorprendiéndose con mil cosas, igual que nosotros, pero claro, al verlo a él nos damos más cuenta. Además descubrimos cuando guardamos su maleta que en nuestro coche no se puede quedar uno encerrado en el maletero. Tiene una palanquita amarilla, con dibujos explicativos, que te indica como salir. Estos estadounidenses ven demasiadas películas.

Después de llevarlo a su nuevo hogar para dejar la maleta y conocer la casa, nos fuimos a cenar. Decidimos que como Rocío y Ben nos habían llevado al Pasta, pues nosotros hicimos lo mismo con Pedro. Nos había gustado, así que no había ningún motivo para no repetir.

Y ya para teminar hoy. En el desayuno eramos uno más. Una de las cosas que nos faltaban por hacer a la hora de la comida era ir a un restaurante americano de verdad, y hoy lo hicimos. Fuimos al Taxi's Hamburgers. He de reconocer que las hamburguesas estaban muy grasientas pero riquísimas. Fue muy interesante la experiencia. Mamá, no te preocupes, no todos los días como así.

Al salir de trabajar nos fuimos a comprar un móvil, porque andábamos con uno prestado y no es plan, sobre todo teniendo en cuenta que seguro que lo vamos a utilizar. Pedro nos acompañó. Recogimos a Rocío y fuimos a cenar a Mountain View los cuatro. Fuimos a un japonés llamado Nami Nami. Un lugar interesante, pero lo más interesante de todo eran los platos de la gente de la mesa de al lado. No nos enteramos de que era, pero sería interesante saberlo para la próxima. Después de cenar ya volvimos para casa porque a esas horas está casi todo cerrado ya. Bueno, el Buda estaba abierto, pero ahí ya iremos otro día.

domingo, 13 de julio de 2008

San Francisco

Este fin de semana ha sido nuestro primer fin de semana en Estados Unidos. Decidimos dedicarlo a conocer un poco San Francisco.

Ayer nos fuimos a San Francisco por la mañana. Lo primero que hicimos, por supuesto, fue ir al puente Golden Gate. Estuvimos allí un ratito e incluso nos bajamos a un embarcadero que hay en la orilla para tener otra perspectiva. Coincidió que ayer era el día en que se hacía una marca contra el cáncer de mama (Avon Walk for Breast Cancer) por lo que nos encontramos con cientos de personas, casi todas mujeres, con algo rosa.

Cuando nos cansamos del puente nos fuimos a visitar la ciudad. Aparcamos en la zona de Union Square y caminamos atravesando Chinatown hacia el puerto. Chinatown magnífico, lleno de puestos en la calle con vegetales, pescado seco, ... y, como es de esperar, muchos orientales. En el puerto nos dimos un paseo, nos sacamos unas fotos con Alcatraz al fondo, vimos los leones marinos y nos comimos unos perritos. Mientras estábamos en la cola para cogerlos aparecieron unos chicos, todos muy elegantes y todos de negro menos uno que iba de blanco. El de blanco decidió comerse un perrito y los demás le decían: "pero si te casas dentro de media hora". Él sólo les respondió: "tengo hambre". Fue muy gracioso. Otra cosa graciosa fue que nos encontramos una especie de concurso de "quién canta mejor el himno?". Había un jurado delante de un pequeño escenario. Al escenario se iban subiendo chiquillas y diciendo aquello: "Hola, soy Ashley. Tengo 15 años y vengo de ..." y luego se ponían a cantar. Fue tan gracioso. Y estaba todo el mundo tan pendiente y emocionado... También vimos unos cuantos barcos que había por allí atracados permanentemente (unos de la marina y otros antiguos).

Luego decidimos coger el tranvía y con él recorrimos colina arriba, colina abajo hasta llegar a Market Street. Sí, en San Francisco todo es colina arriba o colina abajo. Una vez en la zona de Market, entramos en un centro comercial para descansar un poco y tomar algo. Allí estuvimos hablando con una pareja de San Francisco durante un buen rato, practicando inglés y enterándonos de cosillas sobre la zona.

Después nos fuimos al Yerba Buena Garden y a la zona de SOMA (South of Market). El jardín bonito. La zona de SOMA, por lo menos lo que vimos, ya no nos gustó tanto. Se veía más pobre, descuidada y sucia. Aunque tenía algún edificio interesante. También pasamos por Civic Center y vimos el ayuntamiento y volvimos ya al coche.

De vuelta en Palo Alto fuimos al Foothills Park, donde estaban Rocío y compañía pasando el día. Cuando llegamos estaban jugando al Ultimate Frisbee. Y después de estar un rato allí ya nos volvimos a casa y nos preparamos una tortilla española, para compensar el perrito de la mañana.

Hoy fue un día más relajado. Nos levantamos tarde a las 8:30-9. Estuvimos tomando el sol y en la piscina, por descansar y demás. A las 12 recogimos a Mariano y nos fuimos a San Francisco al concierto de Rachid Taha en el Stern Glover Park. Fue muy entretenido. Era un concierto gratuito en un parque y a las 2 de la tarde. Había mucha gente de picnic con sus mantas y nosotros nos unimos.

Cuando terminó el concierto nos fuimos a tomar algo y dar una vuelta por la zona de Mission. Después volvimos a Palo Alto y cenamos en un japones algo de sushi. Estaba muy rico, el California Roll es delicioso.

Y esto es todo sobre nuestro fin de semana en San Francisco.

viernes, 11 de julio de 2008

Que ha pasado con mi maleta?

Ayer fue día 10 y ese es el día que los de US Airways afirmaban que mi maleta iba a llegar.

El día lo empezamos como todos los anteriores y en la oficina todo normal. A la hora de comer fuimos a un japonés. Esta vez sólo los españoles. Muy rico el sushi, muy rico todo.

Quedamos para cenar con Justo y Rosa, Rocío y Ben, Alejandro, Jeff, y el grupo de españoles del cine de Stanford en el Café Borrone, en el centro de Menlo Park. Estuvimos en la terraza. Nos tomamos unos bocadillos con unas cervezas y para rematarlo, un chai. Sí, Dani empieza a pedirlo en todos lados. Creo que va a heredar eso de Justo :P

Después de estar allí como un par de horas, algunos nos fuimos a Palo Alto, a un local llamado Nola. Nos pidieron documentación para entrar. El local estaba curioso, muy decorado, tenía muchas pantallas emitiendo deporte, y la música aceptable. Luego nos fuimos a otro local, Rudy's. Allí el ambiente era un poco distinto. Era más pub, música muy alta y gente bailando... y cuando digo bailando me refiero al baile americano normal, el de los restregones. Se pone la tía delante del tío con el culo ahí bien arrimado y a restregón limpio, pero exagerado total, que los ves en las películas y dices, pero bueno, que calienta... pues sí, y así todas.

Ya sobre la una nos volvimos para casa. Al llegar a casa no estaba la maleta. Rocío había llamado a la hora que esperábamos que estuviese en San Francisco, pero sólo le dijeron que el vuelo había llegado, pero que no podían decir nada más, porque aún no habían visto si la maleta venía en él. Más tarde le dejaron un mensaje de voz. Decía que no había llegado en ese vuelo y que a lo mejor la habían metido en el siguiente... Total que llegamos a casa y la maleta no estaba. Y para colmo perdí su único jersey.

Por la mañana fuimos a la puerta nada más levantarnos, y no estaba la maleta. Llegamos a la oficina y Rocío llamó para saber dónde estaba y la respuesta fue que no lo sabían. Cómo podían no saberlo!!!

A la hora de comer nos fuimos a un lugar allí en Palo Alto de cuyo nombre no puedo acordarme a comer en una terraza. Fue muy agradable. Estábamos los españoles y Jeff. Comimos comida típica americana, yo una Hamburger, Dani un sándwich y el resto ensaladas y pizzas. No hay fotos de la comida :P No era nada espectacular, pero sabía bien. Y cuando terminamos de comer llamaron los de la maleta que si la tenían y que me la iban a llevar a casa entre las 2:30 y las 4. Evidentemente a las 4 me escapé del trabajo y Rocío conmigo que tenía que recoger unas cosas y me vine a ver si mi maleta estaba o no. Y estaba!!! Casi no me lo creo. Tiene un montón de papeluchos pegados estilo URGENTE!!! y una tarjetita de disculpa por la demora. Pero realmente lo que parece es que estuvieron dándole patadas por toda la pista del aeropuerto, está sucia, pero está aquí y ya con eso yo soy feliz.

Ahora estamos en casa. No fuimos a ninguna parte hoy porque decidimos planificar el fin de semana en San Francisco. Llegamos a casa y nos fuimos a dar una vuelta en bici por el vecindario, luego bañito en la piscina y después la cena. Llevamos un rato viendo las guías, internet y demás y tenemos una idea más o menos clara de lo que queremos hacer.

miércoles, 9 de julio de 2008

Superado el jet lag

Este es un post dedicado especialmente a Hoki ;)
Pero no adelantemos acontecimientos.

El martes por la mañana, cuando abrimos la puerta para coger el coche, ¿Sabéis que nos encontramos? ¡Las maletas! Bueno, dos de ellas; la de María sigue en paradero desconocido, aunque se supone que debe llegar el día 10. Pues si, las maletas estaban ahí, en la calle, delante de la puerta (menos mal que este es un buen barrio). Gracias a Rocío por sus esfuerzos por localizarla. Esto sería más difícil sin ella suplantando la identidad de María para hablar con la compañía aérea.

Por cierto, para que veáis como son los cruces por aquí, ésta es una foto, en la que se puede ver que el semáforo está al otro lado del cruce


La comida de ayer fue en un restaurante mediterráneo llamado Kan Zemah y especializado en comida Jordana. Una vez más, estaba muy rico, y seguimos descubriendo nuevos tipos de cocina...

Como lo de la maleta de María parece que va para largo, después de trabajar fuimos a comprar algo de ropa, para que no tenga que estar lavando cada día la ropa para volver a ponérsela al día siguiente. Fuimos a un WalMart en Mountain View, que estaba lleno sobre todo de hispanos, y el resto hindúes. El camino hasta llegar fue de los más interesante, vimos de todo: Moteles de carretera típicamente americanos, taquerías, y hasta un McDonald's drive through, de estos de pedir la comida y recogerla sin bajarte del coche.

Hoy (miércoles) nos despertamos casi a las 8, hemos pasado de madrugar demasiado a casi quedarnos dormidos :) Sigue haciendo bastante calor, pero ya estamos acostumbrados. Esta vez la comida ha sido en un restaurante tailandés, y nos ha encantado. Hay que reconocer que los platos son apetitosos

Después de trabajar, Rocío se ofreció a acompañarnos hasta la sede Google, y para allá nos fuimos, evidentemente. Pretendíamos echar un vistazo a los alrededores de los edificios antes de que los de seguridad nos invitasen amablemente a irnos de una propiedad privada (como ya le había pasado a Rocío la última vez que estuvo). La verdad es que aquello es impresionante, para que os hagáis una idea, lo primero que vimos fue una pista de voleibol (voley playa, mas bien) con gente echando una partida. Al lado, un montón de gente cenando sentada en unas mesas (comida gratis para los empleados, por supuesto)

Después de comprobar lo bien que viven los empleados, Rocío encontró a un conocido suyo que trabaja en Google, Tomás, y después de hablar con él un rato, nos fuimos.

Estábamos ya en el coche cuando sonó el teléfono de Rocío. Era Tomás, que nos invitaba a conocer Google por dentro!!! Evidentemente, aparcamos de nuevo y fuimos para dentro. Es una pena que no dejen sacar fotos del interior, porque es alucinante...cafeterías, billares, piscinas de bolas, puestos de trabajo con pantallas planas de 24 o más pulgadas (sin exagerar), restaurantes, gimnasio, piscina, sala de masaje... y muchas mas cosas que hacen que sea una empresa bastante "diferente" de las habituales. Ha sido una suerte poder haberla visto por dentro (Y no, Hoki, no pude coger ningún bolígrafo :) ).

Después nos fuimos a conocer el centro de Mountain View, que es bastante parecido a Palo Alto, pero con más restaurantes, terracitas... Estuvimos tomando un chai en un café (creo que empezamos a aficionarnos) en el que nos encontramos que estaba empezando un concierto de estilo country, así que aprovechamos para quedarnos un rato.

martes, 8 de julio de 2008

Segundo día

Estamos preparándonos para nuestro segundo día de trabajo, ayer fuimos a conocer la oficina de Denodo en Palo Alto, y no está nada mal! Tiene unas vistas fantásticas de Palo Alto, debe ser porque es uno de los edificios más altos de toda la ciudad. Ya conocemos a todos los compañeros de trabajo americanos y estamos instalados en la oficina, hoy podremos empezar a trabajar.

La única pega de ayer es que seguimos sin maletas. Deberían haber llegado ayer en el mismo vuelo en el que llegamos nosotros el Sábado, pero al final no hemos tenido noticias. Rocío se ha pasado todo el día llamando una y otra vez a la compañía aérea, pero nadie parecía tener las cosas claras, cada vez le decían una cosa diferente...

Los compañeros españoles nos llevaron a comer a un restaurante hindú (indio?). Creo que es el restaurante favorito de Justo. La comida un poco especiada, pero estaba muy rica y era buffet libre y el lugar era bastante singular, aunque dicen que tenía más encanto antes de la reforma que acaban de realizar. Estaba allí al lado de la oficina, estando en el centro de Palo Alto hay muchas cosas que están allí al lado.

Por otra parte, ya nos manejamos bastante bien con el coche. Al salir de trabajar nos fuimos a ver la entrada de Stanford. María estuvo con dolor de cabeza todo el día por el jet lag y necesitaba airearse un poco. Y después hicimos una pequeña compra en el Safeway que hay al lado de casa de Ángel.

Sobre el tiempo, hace un calor de narices por el día, ayer por encima de los 30. En la oficina hace bastante fresquito. A ratos casi llego a tener frío (María). Pero en cuanto de pone el sol, la temperatura baja de golpe y ya te hace falta una chaquetita. Donde sí hay que acordarse abrigo es al supermercado. Es terrible, de verdad. Deben estar a 10 grados o así.

Ahora a prepararnos para ir a la oficina. Esperemos que hoy sea el día que recordemos como "el día que nos trajeron las maletas".

Una última cosa: aquí todo lo hacen a lo grande. Y a Dani empieza a gustarle :P